Siguiendo con el especial de traducción y traductores, expongo aquí la entrevista a María José Aguirre de Cárcer.
Cuando le conceden el trabajo de traducir un proyecto audiovisual ¿Le ofrecen el material audiovisual y el guión o hay veces que sólo le dan uno? ¿Es importante a la hora de traducir tener ambos medios?
– Suelo recibir, normalmente, el guión y la imagen. Si no tengo la imagen y la traducción corre prisa, voy adelantando la traducción sin haber visto la imagen. Cuando la recibo, cotejo mi traducción con ella y la reviso. También, si hay prisa y no tengo el guión, traduzco directamente de pantalla. Puedo no tener guión, pero lo que nunca me puede faltar es la imagen, el texto está totalmente supeditado a ella.
¿Cuánto tiempo suele tener de margen a la hora de traducir? ¿Varía el período dependiendo de si se trata de una película o una serie?
– Traducir un largometraje, en principio, requiere más tiempo que un episodio de una serie. Pero no se puede generalizar, varía mucho de una película, de una serie, a otra. Salvo en contadas ocasiones, los traductores trabajamos siempre con prisas. Hay que tener en cuenta que somos el primer eslabón de la cadena. Cuanto antes tenga el estudio nuestra traducción, antes puede iniciar las labores de producción y ajuste.
En los casos de las series Flashforward o Perdidos en los que el período de emisión es España es muy cercano al de Estados Unidos, ¿la presión para traducir es más fuerte o tiene el mismo tiempo que con el resto de proyectos?
– Tengo menos tiempo y recibo los guiones de uno en uno. Este hecho me dificulta la traducción, pues no sé qué va a pasar después y debo tener mucho cuidado porque cosas que carecen de importancia, pueden cobrar protagonismo en un episodio posterior. Por otra parte, si se retrasa el guión preliminar de un episodio, tengo que traducirlo de pantalla y revisarlo cuando llega el guión definitivo.
En el caso de Perdidos será una de las primeras personas que sabrá cómo acaba la serie, ¿tiene amigos fans de la serie? ¿Pretende atormentarlos?
– 😉 Mi hija, sin ir más lejos, es fan de la serie. Pero, como yo también lo soy, nunca le anticipo nada, le estaría quitando el suspense. Además, en el caso de Perdidos, no importa sólo lo que pasa, sino cómo pasa y por qué.
Veo por su web que hay varios recursos en Internet para traductores bastante útiles ¿ha notado un cambio de ritmo en su trabajo a partir del auge de las nuevas tecnologías?
– Totalmente, empecé a traducir con máquina de escribir, con eso lo digo todo. También es cierto que, aunque ahora contamos con un sinfín de recursos que se han vuelto indispensables, antes disponíamos de más tiempo para llevar a cabo nuestro trabajo.
¿A la hora de traducir es más partidaria de ser fiel al original o se permite adaptaciones cuando el original en español es desconocido? Por ejemplo el caso de que hablen de personajes famosos en un país concreto.
– Mis traducciones pasan por un ajuste y una adaptación. Es el director y adaptador quien decide lo que acaba saliendo en pantalla. Cuando figuran personajes desconocidos en España, propongo al director uno o más nombres que cumplan la misma función dentro del texto para acercarlo al espectador español. Pero es el director quien tiene la última palabra y su criterio el que prevalece.
¿Qué opina de añadir el nombre de personajes famosos españoles en las traducciones de obras extranjeras? Recuerdo que eso solía pasar en series como El príncipe de Bel Air o Sabrina cosas de brujas, sin embargo en la actualidad lo noto menos.
– Estoy totalmente en contra. Primero, porque me parece manipular el texto original. Y segundo, porque ese tipo de traducciones envejece mal. Un chascarrillo que hoy puede hacernos gracia, dentro de dos años resulta rancio y absurdo. Es más, puede haber espectadores que ni lo pillen.
Ha trabajo como traductora para Expediente X, la serie y la última película, sin embargo en su ficha no viene como traductora de la primera versión cinematográfica, (es más no viene nadie) ¿No fue la traductora? ¿A eso debemos entonces el cambio de mote de Mulder que de Siniestro pasó a llamarse Repelús?
– Bueno, he trabajado como traductora de Expediente X, la serie y la última película. Efectivamente, no traduje la primera película y de ahí vino lo de Repelús. Me sorprendió mucho que se la dieran a un traductor y a un director que nunca hubieran visto la serie, de lo contrario sabrían que Mulder siempre se había apodado Siniestro.
Uno de sus trabajos más notables es la serie Los Simpson, ¿Ha sido su traductora desde los comienzos?
– Sí. Al principio, me echaba una mano mi hermana Patricia, también traductora. Más tarde, otra hermana, Alicia, colaboró conmigo durante varios años. En ambos casos, siempre supervisaba yo las traducciones. Sin embargo, desde hace unos años, tengo que arreglármelas sola.
Leí una vez que Homer mencionaba a Ramón García y otra en la serie que mencionaron el doblaje de El Resplandor, ¿eso fue obra suya o de quien dirige el doblaje?
– Del director o directora. Como he dicho antes, me opongo totalmente a esas licencias.
Pancakes, ¿tortitas o panqueques?
– Para mí, tortitas, pero depende del director. Los Simpson ha tenido tres.
¿Qué dificultades presentan series como Futurama o Los Simpson? ¿Es difícil adaptar los chistes?
– Hay muchos juegos de palabras, muchas referencias culturales. Intento, dentro de lo posible, que no se pierda nada. pero más que una traducción, son una adaptación.
En Los Simpson a veces se traducen las canciones y otras no, ¿hay algún motivo en especial?
– Yo traduzco siempre las canciones, pero desconozco el criterio para que unas veces se doblen y otras se subtitulen.
A la hora de traducir musicales, ¿cree que se deberían doblar las canciones o simplemente dejarlas subtituladas?
– Doblar las canciones de un musical saldría carísimo y llevaría mucho tiempo, no creo que sea factible. Como espectadora, prefiero que sólo se subtitulen las canciones que tengan algo que ver con la trama de lo que estoy viendo. Me despista y me aburre leer subtítulos si no aportan nada al argumento. Hace no mucho vi un musical en el cine, los subtítulos de las canciones habían sido adaptados para conservar las rimas del original. Resultaba desconcertante, oías una cosa y leías otra. Si se van a subtitular las canciones, personalmente, prefiero que se ciñan al texto.
Se ha encargado además de la serie musical Glee, ¿las canciones también se dejaran subtituladas?
– Sí, las canciones se dejarán subtituladas.
¿Cuál ha sido su trabajo más difícil?
– No sabría decir. Recuerdo un largometraje para televisión que me dio muchísimo trabajo, toda la acción transcurría en Wall Street y estaba lleno de términos financieros. Por regla general, las películas o episodios que más me cuesta traducir son los relacionados con el deporte. Es decir, los que tratan sobre cuestiones que no domino. Cuando me veo en esa situación, tengo que pedir ayuda a gente más versada en el tema. Por suerte, en foros de Internet, he encontrado muchas personas que me han brindado su ayuda desinteresada.
Traduje una película ambientada en el mundo del surf y contacté con periodista español especializado que vivía en Santa Mónica. Sus correos eran una maravilla de detallados. También recibí mucha ayuda del webmaster de NFL hispano para traducir una película sobre fútbol americano. No sé cómo me las habría arreglado sin él. Al final, me acabó gustando el fútbol.
En una ocasión, rechacé la traducción de una serie de documentales muy técnicos sobre alpinismo. Si no tengo la garantía de que puedo hacer una buena traducción, por el tema que trata o por no disponer de tiempo suficiente que dedicarle, prefiero renunciar a un trabajo.
¿Qué opina de la división que hay entre seguidores de la VO que consideran que se debería eliminar el doblaje? Como una persona que se dedica a la traducción del inglés, ¿considera que los españoles saben menos idiomas por el hecho de que se doble? Se suele comentar que en países como Portugal se tiene un nivel de idiomas más alto por este motivo.
– No sé por qué hay que eliminar el doblaje. Si no te gusta, tienes cines en versión original y, ahora con la TDT, puedes elegir entre ambas opciones. Considero que el doblaje está muy arraigado en España. Contamos con toda una industria que gira en torno al doblaje, se hace muy bien y tenemos magníficos actores. Como espectadora, prefiero la versión original, sea cual sea el idioma de la película, pero entiendo que hay que tener cierta práctica para seguir una película subtitulada, no digamos por televisión.
Estoy de acuerdo en que ver televisión en versión original es un buen método para familiarizarse con un idioma. Cuando era niña, viví cinco años en Dinamarca. No sé ahora, pero entonces todo lo que se emitía por televisión era en versión original, ni siquiera se subtitulaba. Y cuando mi hija era pequeña, le hice pasar por lo mismo. Si quería ver la tele, le ponía dibujos animados en inglés sin subtítulos al menos durante un rato. Le sentaba fatal, pero creo que le educó el oído. Un idioma que nos es ajeno es como una música, lo primero que debemos hacer para acercarnos a él es acostumbrarnos a su sonido.
Desde aquí muchas gracias a Maria José y así concluyo (por ahora) mi aporte a que se conozca esta faceta del doblaje un poco desconocida. Espero que guste a los lectores y que se aprecie al menos el trabajo que conlleva esta labor.