En el mundo de los chicos no sé cómo sería o será, pero en el de las chicas siempre ha existido la amiga cotilla. En clase era aquella amiga que utilizaba los rumores y secretos para caer bien al resto de compañeros. Pero claro, era un arma de doble filo porque este juego de espía doble se podía volver en su contra en cuanto una de las partes se diese cuenta de su táctica.
La cosa solía ser bastante sencilla, amiga 1 criticaba a fulanita por lo que fuese y la amiga cotilla iba directamente a fulanita a decir aquello de: ¿a qué no sabes lo que va diciendo de ti, mi amiga? Entonces fulanita irritada respondía (por la espalda siempre) a la amiga 1 y la amiga cotilla volvía con el cuento a la amiga 1. Es un juego peligroso y bastante estúpido pero ahí sigue, porque la amiga cotilla dejó el instituto y ahora se ha graduado en Facebook.
Como ahora compartimos todo en redes sociales y blogs, la amiga cotilla tiene delante la oportunidad de crearse su propia telenovela. Quizás todo su interés en saber tus secretos y malmeter sea que se siente una guionista frustrada y siempre había soñado con idear las tramas de Topacio. Así que ahora tú eres su protagonista y no parará de leer tus estados para intentar descifrar su mensaje oculto. Porque las chicas somos de soltar indirectas y a veces no las pilla nadie, así que habrá que preguntar.
«Todos los hombres son iguales» un tweet común que puede desatar la imaginación de la amiga cotilla, ¿te ha pasado algo? ¿quién te ha hecho daño? ¿has ligado? ¡Quiero detalles! Amiga cotilla si la chica quisiera darte todos esos detalles, ya lo habría hecho. Deja que ponga sus mensajes, tweets y estados indirectos, a lo mejor lo hace para desahogarse o quizás por hacer la gracia, pero tú lo sabrás si ella quiere que lo sepas.
Porque hay que tener cuidado con la amiga cotilla más que con A de las Pretty Little Liars y más que con la propia Gossip Girl. En ambas series las cotillas lo hacen para fastidiar y lo admiten, van a por ti, quieren tu muerte. Pero la amiga cotilla lo hace por tu bien, si sabe que vas a quedar con un chico que tiene mala fama, avisará a tu madre. Porque ella te protege, te quiere y ese chico no te conviene. Claro está que se ha olvidado de decirle a tu madre que ese chico tan malo a ella le pone bastante burra y que lo que tiene son unos celos que ni Othelo.
Así que claro, descubierto el pastel, descubierto que todo lo que le digas irá a tu santa madre, más le vale a una callarse y no responderle ni a la hora. ¿Pero qué hacemos con nuestras redes? ¿Dejamos de compartir lo que pensamos o sentimos por miedo a que se lo digan a personas que no quieres?
Quizás lo mejor sea inventarse una trola muy grande con la que pillar a la amiga cotilla en todo el ajo cuando tu madre te llame preocupada, pero claro dirá aquello de: «pero yo lo hacía por tu bien, nos tenías preocupados».
Amiga cotilla tu sitio está en el mundo de la soap opera, no lo pienses y hazlo.