Ayer la película La Sirenita cumplió 25 años desde su estreno. Curiosamente yo me puse un look Ariel total, con camiseta y ropa interior incluida. No fue nada premeditado pero tuvo su gracia.
Las historias de Disney siempre suelen estar basadas en otros cuentos y leyendas, en este caso la película está basada en el cuento de Hans Christian Andersen pero el final feliz de Disney poco tiene que ver con el original. Y yo seré masoquista o algo, pero prefiero el final trágico al feliz que se lleva la famosa pelirroja.
Y es que las historias de Disney siempre se dejan cosas por contar y últimanente se dedican a sacar spin offs explicando algunos misterios como por ejemplo ¿por qué es malvada Maléfica?. La historia de Maléfica me pareció bellísima aunque no necesitaba yo que me hiciesen creer que en realidad ella era la buena de la historia, su mezquindad venía totalmente justificada. Los pelos de punta me pone la escena con Angelina Jolie llorando cuando le han roto las alas, cuando le han roto el corazón.
Y mientras descubrimos que las villanas de Disney tienen un pasado muy interesante como nos cuenta Betina Serrano en su blog, quizás algún día, alguien se atreva a contar la historia original de La Sirenita con su triste final. Y es que ¿hay algo más bonito que dar tu vida por la persona que amas? Ariel consigue a sur Eric, pero en la historia de Andersen el príncipe acaba enamorado de otra. Qué real ¿no?. Que a pesar de los sacrificios de la pequeña sirena, el amor no le corresponda es muy la vida. Y que a pesar de que se amor no se corresponda el sentiemiento no se pierda, también. Así que la Sirenita decide que prefiere sacrificarse antes de acabar con la vida de su amado para poder recuperar la suya.