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Odio los domingos

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Este post se sale un poco de la temática de los artículos que en él se escriben pero creo que tengo que dejar constancia de ello. Odio los domingos. Los aborrezco. Los detesto. Quiero borrarlos del calendario aunque sé que eso significaría que el sábado pasaría a ser domingo y así. Pero es que no los aguanto, es un día horrible y sé que muchos se sienten como yo.

De pequeña el domingo significaba que tenía que ir de reunión familiar. Todas las semanas. Todos los domingos. Yo lo que quería hacer era quedarme en casa vagueando, viendo Remington Steele en la tele y aprovechar el día sin hacer nada porque después llegaba el lunes, había que levantarse temprano y me esperaban cinco días de clases de matemáticas, lengua y hasta gimnasia.

De mayor la cosa ha cambiado mucho. Ya no tengo esas reuniones familiares, ahora paso el domingo como quería hacerlo de pequeña. Tirada en la cama viendo series. Pero me deprimo. El domingo no hay quien me aguante. Estoy triste sin motivo aparente, me indigno por todo, me ofende cualquier cosa y en general me siento muy sola.

Puede ser que lo que me deprime es ver cómo la gente se queja de que al día siguiente es lunes. Ese odio a los lunes sólo puede signficar una cosa: que tienen trabajo, algo que yo no tengo. Entonces me deprimo pensando que mi lunes va a ser un día más sin nada que hacer (aunque finalmente acabe haciendo mil cosas, como por ejemplo escribir este post). Me deprime ver a la gente con proyectos, trabajos y que a mí aún no me haya salido nada a pesar de mis intentos (porque al que me pregunte lo de ¿pero tú te estás moviendo? no digo lo que le hago). Supongo que si trabajara el domingo me deprimiría porque se acaba y comienza el lunes, el madrugón y los cinco días de trabajo, como cuando era pequeña e iba al cole.

Pero los domingos deprimen por muchas cosas. Hay gente que se pasa la semana deseando que llegue el fin de semana para pasarlo bien. Pero en mi caso, la mayoría de las veces no hago nada especial y me deprimo porque al final no ha pasado nada importante en mi semana y claro pienso: bueno, mañana es lunes, seguro que esta semana va a mejor. Pero eso es lo mismo que pensé la semana pasada y no se cumplió. Además ya no sólo el domingo, sino el fin de semana en general es para las parejas. Puede que estés sola en casa porque tus amigos, los no solteros, han estado por ahí con sus churris y te has quedado ya hasta sin gente con la que hablar, por lo que la depre de esos días es tremenda porque no tienes a nadie que te anime y el que te acaba animando es alguien que está en tu misma situación y como digo mucho al final acabas riendo sí, pero por no llorar.

Así que odio los domingos porque no trabajo los lunes. Pero si trabajara los lunes también los odiaría. Odio los domingos porque me siento sola. Odio los domingos porque llega la noche y con ella la esperanza de que la semana que entra será mejor y luego no se cumple.

Y a pesar de que las estadísticas dicen que los miércoles es el día con más suicidios, yo soy más de Angela Chase que de estudios universitarios así que opino tal que así:

PD: No estoy suicida ni nada por el estilo. Es que he escrito esto en domingo y es lo que tiene.