Hace no mucho tiempo discutía con algunos amigos sobre el término pagafantas. Los hombres consideran que ese término sólo define a los hombres porque es a los únicos que les afecta. Pero claro que no, siempre hay mujeres despechadas y eso es un hecho.
Lo que pasa es que Los Pagafantas y Las Pagafantas tienen algunos aspectos diferentes, pero como esto es más gracioso si lo definimos a través del cine por eso de no meternos en rollos personales, vamos a sacar algunos ejemplos.
Para Pagafantas masculino tenemos el claro ejemplo de Gorka Otxoa interpretando a Chema en la película Pagafantas del año 2009. Pero también encontramos otro especímen en He’s not that into you con Kevin Connolly que interpreta a Conor. En ambos casos los dos son amigos de una chica preciosa y espectacular, recordemos que la amiga de Conor tiene el cuerpo de Scarlet Johansson. Ellas los tratan como un amigo, incluso como un hermano, a veces puede haber cierto aspecto sexual que siempre ocurrirá cuando la amiga se sienta despechada por otro hombre que le interese más.
Ellos son serviciales, están ahí para todo momento, en cuanto llaman contestan, invitan, consuelan. Pero su amistad es representada como algo falso, ellas los utilizan y lo tenemos muy claro.
Sin embargo el caso de La Pagafantas en el cine es distinto. Y en este caso vamos a hablar de dos personajes, Emma Morley de One Day y Watts de Some Kind of Wonderful. En ambos casos, estas pagafantas no son tan serviciales como sus correspondientes masculinos, cuando ellos las necesitan de verdad están ahí, desde luego, pero no se callan sus enfados y critican las decisiones de sus mejores amigos de los que secretamente están enamorados. En el caso de Watts sus críticas y enfados son sólo resultado de los celos, sin embargo Emma tiene claros motivos para mostrar su ira hacia su querido amigo Dexter que no termina de centrar su vida y siempre acaba metiendo la pata.
Emma y Watts son aquellas chicas monas pero simples que no destacan entre la multitud y que por ello sus amados amigos no han deparado en ellas. Están ahí, ya no para invitar o reír las gracias de sus amigos, sino que son pagafantas emocionales. Son las que se comen los marrones, los problemas, los llantos. Porque mientras El Pagafantas tiene una amistad falsa, La Pagafantas es la mejor amiga (una Joey Potter en Dawson Crece) que ha terminado conociendo mejor al amigo de turno que ellos mismos. Vamos, lo que viene siendo una amistad de verdad.
Así que La Pagafantas existe pero en el mundo del cine las suelen tratar mejor que a ellos, Chema y Conor no consiguen todo lo que quieren. Chema sigue atrapado en esa espiral de amistad eterna de la que no poder escapar y Conor tiene que abandonar y caer en los brazos de Drew Barrymore (tampoco se puede quejar), mientras que Emma y Watts al cabo de los años acaban enamorando a unos Dexter y Keith que un día deciden que al final lo que estaban buscando lo tenían justo delante (y ya se podían haber dado cuenta mucho antes, digo yo).