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Pasar de personulidad a personalidad con la soltería

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Este artículo no va a ser una de esas listas de motivos por los que ser feliz estando soltera. No, porque la gran mayoría de esos artículos son una verdadera mierda que se quedan en el aspecto superficial de salir de fiesta o lucir palmito y lo verdaderamente importante de la soltería es que aprendes a conocerte.

Has pasado años en pareja escuchando que eres así o de tal manera. Un año, dos, tres, cuatro o más. Al final de tanto escuchar te lo crees. Y te quedas soltera y descubres que no eres ni así ni de tal manera, sino que eres como te da la gana. Has dejado de escuchar a tu tercer progenitor, que es en eso en lo que se convierte la pareja, decirte que debes comer no sé qué, hacer ejercicio en no sé dónde, salir con no sé quién o irte a bailar a una discoteca. Ya no hay nadie que te juzgue si prefieres quedarte un sábado noche tirada en la cama viendo series en vez de salir a emborracharte al garito de siempre. No hay nadie que juzgue tu estilo de vida, porque la vida ahora es tuya.

Has dejado de tener que entablar conversaciones con gente con la que no tienes nada en común, sólo lo hacías por el bien de la pareja, y te has ahorrado el esfuerzo de forzar esa amistad que en otra circunstancia ni te hubieses planteado. Ya no vas a escuchar esa anécdota tan graciosa que te contaron no una, sino cinco veces y con la que todos se descojonaban. A ti te pareció que perdió su gracia la tercera vez.

Ahora puedes elegir qué película ver en el cine sin tener en cuenta los gustos de nadie (aunque lo de ir sola siga siendo una jodienda), pero te has librado de las horas muertas delante de la pantalla viendo también, una serie que sólo le gustaba a tu pareja. El dolor viene cuando te mimetizas con esa persona y cuando despiertas de ese emparejamiento te das cuenta de que has perdido años (aunque haya habido algunos buenos) donde te has dejado absorber por lo que se supone que es el amor. Has copiado sus gustos, has ido a donde quería esa persona, has hablado con quién quería esa persona, has terminado usando su lenguaje, has mutado en ella.

Eso es la personulidad que dicen los de Love of Lesbian y no hay nada como la soltería para sustituir esa u por una a. Entonces recuperas a tus amigos, recuperas tu sentido del humor, la risa y te das cuenta de que no eras tan aburrida ni tan poco graciosa como te hicieron creer. Que tienes gente a la que le encantas y a los que te odian pues que les den muy bien por el culo, que tú ya no estás para tonterías. Descubres que ahora ya tienes cero tolerancia para el falserío y que sólo respondes a la gente que te trata con cariño y respeto de verdad y no vas a dejar pasar ni una por querer caerle bien a alguien.

Descubres que en realidad lo que echas de menos de tener pareja es poder hablar con alguien y que eso te lo dan más y mejor, los amigos. Lo malo de todo esto es que ahora te has caído tan bien y te quieres tanto que a la hora de ligar pasas de esas mierdas de aparentar ser interesante, guay o especialita, porque has reencontrado una cosa que vale más que noches de sexo o promesas de amor: tu personalidad.

Y es que como dicen los Love of Lesbian:

¿Que cómo es mi vida sin ti?
Pues sin ti sí que es vida.
Libre por fin, ya sin ti, aleluya la mía.

Con suerte con el tiempo conocerás a alguien que también ha recuperado aquella personalidad perdida con la que poder tener una relación sana y sin gilipolleces, mientras a vivir la vida como uno quiera.