Quizá algunos aún no se hayan dado cuenta de que la protagonista de Sexo en Nueva York, Carrie Bradshaw, era freelance. Sí, tenía una columna semanal en un periódico, pero su tren de vida no era el de un autónomo corriente.
Me lo he gastado todo en zapatos
Muchos se quejaron en su día de que la ficción de Sexo en Nueva York no reflejaba con fidelidad cómo es la vida de un periodista autónomo. La serie era consciente de ello, y también, era consciente de que se trataba de una obra de ficción y no de un documental. Sin embargo, los guionistas decidieron tratar el tema en algunos episodios cuando Carrie se daba cuenta de que podía perder su maravilloso piso (con un alquiler de unos 700$, mucho más barato de lo que se alquilaría en la vida real) porque se lo había gastado todo en zapatos.
La cuestión es que no debería haber tenido dinero ni para esos Manolo Blahnik de los que tanto fardaba. Carrie durante la mayor parte de la serie solo escribe una columna semanal para un medio, The New York Star. ¿Qué periodista freelance que se precie vive de publicar una sola columna semanal? Ninguno, a no ser que sea rico. Cuando más tarde ficha para Vogue, le pagan 4$ la palabra pero según las fuentes de Cheatsheet.com lo máximo que pagan en realidad es 2$ la palabra.
De las veces que he escrito en algún medio de forma freelance, me han pagado de 50 a 100 € por artículo. Y como mucho, en algunos, solo podías escribir cuatro artículos al mes. Obviamente con 400 euros mensuales no te da para vivir y escribir lleva más tiempo del de sentarte a teclear. Documentarte, entrevistar, investigar… Si quieres hacer un artículo bueno a veces te tienes que mover lo que implica un gasto. Ya de primeras el bono del metro son de 12 € a 50 € dependiendo de cuál tengas. Para nada me sentí como Carrie en la ciudad de Nueva York. Y lo del sexo lo voy a dejar para otro día.
Tú también puedes ser tu propio jefe
Aún así, cuando lees artículos sobre «ser tu propio jefe» o «aventúrate a emprender» la imagen que se nos da en mucho de ellos es la vida de Carrie Bradshaw. Trabajar unas horitas delante del ordenador, tener unos ingresos mensuales y poder compaginarlo todo con tu vida social.
Pocos te dicen aquello de «si no tienes dinero olvídate». Leía hace poco a una emprendedora que decidió montar su propio negocio cuando tan solo tenía 1.000 euros en el banco. No es posible. A no ser que tengas el apoyo de alguien, pareja o familia. Ya sea viviendo con ellos o prestándote dinero. Y esto es algo que deja claro en El libro negro del emprendedor, Fernando Trías que recomienda no emprender hasta no haber ahorrado lo suficiente para subsistir o buscar el apoyo de la familia o pareja. En su caso, recuerda haber tenido que hablar con su mujer sobre si vender la casa y buscar algo de alquiler.
«No es sencillo, ni práctico, ser autónomo en España»
¿Pero cómo es esto? ¿No era tan fácil emprender en España? En su libro Autónomos. La Guía definitiva, Toni García Ramón explica paso por paso qué tienes que hacer si quieres ser autónomo. Según el Ministerio de Trabajo el autónomo son «las personas físicas que realicen de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo, den o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena».
Aquí no se dice nada de obtener unos ingresos mínimos pero es cierto que en el libro y en muchos sitios leerás que si no llegas a los 7.000 euros mínimos anuales no deberás darte de alta como autónomo y pagar la cuota mensual de 280 euros aprox. Tendrías que darte de alta en Hacienda en el modelo 307 y sí, pagar el correspondiente IVA, cuando toque, de las facturas que vayas haciendo. No existe una normativa clara al respecto, a esta conclusión se ha llegado a través de jurisprudencia por lo que si realizas un trabajo habitual por el que recibas ciertos ingresos, ya sean mínimos, sí que podrían llamarte la atención y deberás justificar que tus ingresos no han sobrepasado ese límite.
Echando cuentas, esos 7.000 anuales no llegan ni a 600 euros mensuales por lo que obviamente ese dinero no da para vivir y menos para pagar la cuota de autónomos y el IVA correspondiente cada tres meses. En mi caso personal, si me hiciera autónoma con todas las de la ley, tendría unos 1.000 euros y pico de gastos mensuales (contando solo alquiler, facturas, cuota y la compra, olvídate de caprichos o privilegios como Netflix). Pues hice el cálculo de cuánto necesitaría ganar como freelance trabajando 5 días a la semana durante 8 horas diarias, dos semanas de vacaciones y cuatro festivos y el resutado eran más de 2.000 euros. Con pocas empresas iba a poder conseguir un sueldo semejante y menos durante todos los meses.
Porque uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los autónomos es la incertidumbre. ¿Me pagarán las facturas a tiempo? ¿Podré conseguir tantos clientes como para poder mantenerme mes a mes? No puedes pensar en ya iré ganando clientes poco a poco, porque mientras el trabajo no es seguro, los gastos sí.
Necesitas un colchón y no de Lo Mónaco precisamente
Emprender y ser tu propio jefe no es tan fácil como se piensa y el que te dice que sí es porque tiene un colchón económico que se lo ha permitido. O tienes un colchón económico ya sea porque has ahorrado, has cobrado una indeminzación cuantiosa de algún tipo o tienes la suerte, o desgracia, de vivir con tus padres. Así que no te sientas un fracasado o intimidado por quien desde una situación de «privilegio» te intenta convencer de que tú también puedes montar tu propio negocio «solo necesitas apuntarte a mi curso de 300€ mensuales».
Personalmente en mis circunstancias a no ser que me lloviese un trabajo de freelance cuantioso como el de Carrie Bradshaw no me lo podría permitir a no ser que hiciese el petate y me largase a casa de mi madre. Pero perdonadme si creo que con 37 años me merezco dejar de vivir como una adolescente (aunque mentalmente sea una eterna teenager).
PD: Recomiendo para cualquier persona que se adentre en el mundo del autónomo adquirir, primero, mucha paciencia y luego el libro de Toni García Ramón: Autónomos: La Guía Definitiva editada por Blackie Books.