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Las anécdotas de vivir en una sitcom

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Pues una vez me dijeron que tenía el germen de una sitcom con las cosas que me pasaban y creo que va a ser cierto.

Ya os conté mi aventura con las primeras impresiones y cómo me convertí en una Miranda de la vida (sin Gary claro). Pero haciendo un repaso de mi pasado ridículo le conté una experiencia absurda a mi compañero de piso y su cara de espanto me lo dijo todo: Mi vida es una sitcom sin final feliz. Él está convencido de que todo esto da para un libro pero yo a pesar de soltar algunas cosillas por aquí, eso de destripar mi vida a desconocidos no me hace mucha gracia.

Pero esta anécdota hay que contarla porque es increíble y demuestra que la vida es muy irónica y muy puta. Pero vamos a contarla bien, vamos a escribir el guión de mi vida.

INT. VAGÓN DE  TREN. DÍA.

El tren está casi vacío, en el vagón en el que nos encontramos sólo hay tres personas, un CHICO JOVEN sentado en uno de los asientos de delante, un SEÑOR MAYOR al otro lado y en la parte posterior una CHICA (Yo) que mira melancólicamente por la ventana mientras en sus mp3 suena Creep de Radiohead a un alto volumen. Notamos en sus ojos que ha estado llorando.

El tren para y el SONIDO DE LAS PUERTAS y de gente entrando molesta a la CHICA que sube más el volumen de su mp3 lo que no impide por desgracia que escuche la conversación de las tres chicas (CAPULLA 1, CAPULLA 2 y CAPULLA 3) que acaban de entrar.

CAPULLA 2 (V. O.C)

¡Tía lo vamos a pasar de lujo!

CAPULLA 1 (V.O.C)

¡Qué nervios! ¡Ay que ya echo de menos a mi novio!

CAPULLA 3 (V.O.C)

Anda déjate de tonterías que hoy es el día de las chicas. ¡A despedir la soltería!

CHICA gira la cabeza desde su asiento para comprobar que lo que está escuchando es real y sí, lo ve. A tres CAPULLAS con una banda rosa y una diadema comprada posiblemente en cualquier chino que han visto a mano. CHICA vuelve a mirar a la ventanilla, intentando no llamar la atención de las CAPULLAS.

CAPULLA 2

¡Tengo una idea! ¡Vamos a saludar a los de aquel vagón!

CAPULLA 1

¿Qué dices tía? ¡Qué vergüenza!

Las súplicas de la CAPULLA 1 que es la afortunada que está a punto de casarse, no son escuchada y las otras dos CAPULLAS la empujan al vagón siguiente donde está CHICA con la cabeza escondida hacia la ventana y los ojos cerrados.

CAPULLA 2

¡Hola a todos! Estamos aquí porque nuestra amiga se nos casa y estamos de despedida de soltera.

CHICO JOVEN

¡Enhorabuena!

SEÑOR MAYOR

¡Enhorabuena!

CAPULLA 1

Qué vergüenza madre mía.

Durante un rato se escucha el cuchicheo de las tres CAPULLAS con el CHICO JOVEN y el SEÑOR MAYOR, afortunadamente para CHICA tiene la compañía de Thom Yorke con el que se siente muy identificada en ese momento cuando suena la frase de “I’m a creep, I’m a weirdo” en su mp3. Parece tranquila, casi dormida. Cree que se va a librar de las tres CAPULLAS.

CAPULLA 3

Tenemos aquí un cuadernito y nos gustaría que le escribiéseis algo a nuestra amiga para celebrar que se va a casar.

Los ojos de CHICA se abren plenamente, es imposible que esté pasando eso. Es imposible que le esté pasando eso precisamente ese día, mientras escuchaba posiblemente una de las canciones más deprimentes del mundo y con la cara pegajosa de los restos de lágrimas y mocos por haber estado llorando dos días seguidos. Ve cómo el CHICO JOVEN y e SEÑOR MAYOR escriben, sólo falta ella. CAPULLA 1, la afortunada que se va a casar recoger el cuaderno y se dirige a CHICA que intenta desviar su mirada hacia la ventanilla esperando pasar por dormida. Pero no.

CAPULLA 1

¿Disculpa? ¿Te importa escribir algo?

CHICA gira la cabeza y planta su mirada directamente a los ojos de CAPULLA 1, ésta borra su sonrisa falsa de un plumazo, se ha dado cuenta de que la ha cagado y mucho. Empieza a temblarle la voz.

CAPULLA 1

(Entregándole el cuaderno)

No, que oye, que…tú escribe lo que quieras.

CHICA tiene la posibilidad de escribir lo que quiera como ¿eres gilipollas o es que no te das cuenta de que no tengo ganas de escuchar tus mierdas? ¿no te has fijado que tengo toda la cara de haber estado llorando durante días? ¿No puedes imaginar que a lo mejor me acaba de dejar mi novio y tu puta boda me importa una mierda? Pero claro, CHICA es muy buena, de esas tan buenas que se vuelven gilipollas y acaba escribiendo:

Espero que seas muy feliz el día de tu boda y que tengas un matrimonio maravilloso.

FIN

Bueno, debo admitir que ya recuerdo poco cómo era el formato guión y desde aquí pido discupas a mis profes José F. Ortuño que ahora mismo triunfa en Los Angeles con The Extraordinary Tale y a Carlos García Miranda del que os podéis comprar su libro Enlazados que tiene pinta de molar mucho.

Otra confesión que debo hacer es que puede que algunos diálogos no sean exactamente igual la realidad pero han pasado unos añillos o eso creo, tampoco quiero recordar la fecha, pero la esencia está ahí. La esencia de que la vida es una puta irónica y que a cada paso una se cura de espantos.

La vida es una sitcom llena de anécdotas ridículas. A veces quedas con alguien y te cuenta una de esas anécdotas, esas citas desastrosas que te hacen pensar: ¿En serio te pasó eso? ¡No me lo creo! Y claro después te pasan a ti y te conviertes tú en la anécdota y a lo mejor hay alguien que te usa como frase para entretener a la bella dama que tiene al lado o simplemente por hacer la gracia con el mejor amigo. Y aquí pecamos todos, porque yo me he reído mucho de anécdotas propias y ajenas, quiero pensar que yo lo hago no como ofensa sino como defensa. A veces me viene bien reírme de estas cosas que ponerme a llorar por las esquinas y acabo haciendo esto, escribir un post enfadada o echándome una siesta para que se me olvide todo un rato.

Pero al convertirme yo en una anécdota que posiblemente contarán unos cuantos, porque desafortunadamente habré hecho el ridículo en más de una ocasión y con personas distintas (generalmente tíos supongo), entonces pienso que para esa persona yo soy una anécdota graciosa con la que reír y hacer reír, pero esa persona a mí no me conoce. No sabe de mi vida más allá de las nimiedades que yo he podido contar a lo mejor en una conversación de unos cinco minutos. No sabe quizás que durante un año lo he pasado muy mal, que a lo mejor no he terminado de recuperarme. Quizás perdí 10 kilos en tres mes, quizás estuve seis llorando sin consuelo, quizás mis noches de insomnio se debían a la ansiedad, quizás llevo mucho tiempo sin ser feliz.

Y por todo ello señores, la vida es una puta irónica pero antes de reírte o usar a alguien para hacer reír, se debería pensar en la persona que hay detrás de esa anécdota que solemos ser muy sensibles.

PD: A cualquiera que me use como anécdota graciosa, espero que se atragante con ella.