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Pedir Cacaolat en una primera cita

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Yo tuve una primera cita en la que el chico en cuestión se pidió un burrito extremo súper picante que acabo malo del estómago. Tuve otra medio cita (sigo sin saber qué fue eso) en la que acabé vomitando. Pero la cita desastrosa que ha revolucionado las redes en la última semana tiene un culpable: Cacaolat.

Nos ponemos en contexto… Se ha puesto de moda un formato en TikTok en el que jóvenes hacen de reporteros dicharacheros entrevistando a la peña por la calle con preguntas cortas y directas como cuál es tu canción favorita, qué le dirías a tu ex o cuál ha sido tu peor cita que es la pregunta que ha abierto un mini debate en Twitter.

En este TikTok, que luego se compartió en otras redes sociales, una chica se quejaba de que en una cita se pidió una cerveza y el chico se pidió un Cacaolat. En el vídeo se muestra indignadísima y aunque no ha matado a nadie sí ha sido atacada por algunas personas. Otras simplemente han mostrado su desacuerdo con la chica. Porque recordemos que puedes mostrar tu opinión en contra pero el bullying, insultos y ataques personales están feo (como ya hemos comprobado con el chico que escucha a Artic Monkeys y que acabó realizando una campaña graciosísima con Aldi).

Pero tras las discusiones sobre si tomar Cacaolat en una cita es en realidad una green flag y ofenderse por ello es una red flag, ha nacido otro debate y es la presión que hay en nuestra sociedad para tomar alcohol.

Y sí, la hay. Yo hace años no bebía porque no me llamaba la atención y otra por no sentirme un mono de feria porque las pocas veces que salía, al no beber, la gente se ponía pesadísima y solo querían que bebiese para ver cómo reaccionaba o para que me animara un poco. (Spoiler: no me estaba animando porque la gente me parecía un coñazo, no porque estuviese sobria).

Ahora que tengo una edad y sí que bebo, os puedo asegurar que con mis amigos me lo paso bien ya beba o no. Si eso no me pasaba antes seguramente era por la gente con la que me hacían juntarme. Y tuve que aguantar miradas raras, comentarios y presiones para que bebiera. Ya es que no bebía por joder.

Este tema también salió hace poco cuando en La Resistencia un invitado insistió a Broncano para que bebiera a pesar de que este dijo que no podía. La gente se lo tomó a coña porque beber alcohol se entiende como pasarlo bien y lo típico de “verás que no pasa nada o que te gusta”. Pero cuando alguien no quiere hacer algo la conversación se debería acabar ahí. Recordemos que el alcohol sigue siendo nocivo y aunque lo puedas tomar con moderación se puede comparar perfectamente con el tabaco. Pero en la actualidad a nadie le da por presionar para que te enciendas un cigarrillo, eso se quedó en la adolescencia.

Además siempre hay otras cuestiones como que quizá estés tomando una medicación que no puedes mezclar con el alcohol o que tengas alguna reacción alérgica. Así que dejemos de presionar aunque este debate seguirá abierto durante muchos años por la cultura que existe en España. Ya sabemos que centros de salud cerrados pero qué bien se vive que nos podemos tomar una caña en la terraza.

El único beneficiado de toda esta viralidad ha sido Cacaolat. En redes han aprovechado el momento con tweets preguntando en qué bando se posicionan y publicando los resultados en TikTok.

Además en TikTok han publicado un mensaje especial a la chica hater con un pack especial de cita dedicado para ella. Ahora quedará ver si finalmente da su brazo a torcer y surge el amor o acaba siendo víctima de la presión pero en vez de para tomar alcohol para beberse un Cacaolat.